martes, 2 de diciembre de 2008

Composición. Tema: Evaluación

*Todos sabemos que es necesaria la evaluación, eso no se discute.
Se debe evaluar para saber hasta que punto los alumnos se apropiaron de los contenidos desarrollados en clase.
Qué fue lo que se aprendió, y qué puntos no fueron entendidos. Históricamente se hizo comparando los objetivos planteados con los resultados obtenidos, luego se contemplaron los procesos.
Las instituciones se han valido de este método para ir determinando el nivel de la escuela, de los cursos, y ajustando sus cajas curriculares a las necesidades de los alumnos o a las demandas de la sociedad.
De ese modo se conoce la realidad educativa del alumnado.
*Lo que se discute es cómo.
Para un correcto diagnóstico de la evolución de su aprendizaje, es necesaria una evaluación individual, aunque el trabajo sea realizado en equipos, o en talleres, y teniendo en cuenta objetivos, planteados al principio de la tarea, por supuesto también hablamos de objetivos particulares para cada alumno según sus necesidades o aptitudes a desarrollar.
Esto es importante destacarlo porque, si bien se plantean objetivos por curso, por asignatura, etc, a nivel curricular o institucional considero que es una forma de atender a la diversidad, el tratar al menos de hacer un diagnóstico personalizado, para que cada alumno tenga la posibilidad de desarrollar al máximo sus potencialidades.
De modo que el proceso de evaluar sea también personalizado, teniendo en cuenta los tiempos y objetivos con que cada alumno trabajó.
Sería ideal que cada uno tome consciencia y llegue a controlar sus procesos y su evolución, de modo que llegado el momento de la evaluación, fuera él mismo quién presente y defienda un registro de lo aprendido en clase. Esto podría lograrse, si las asignaturas fueran aplicadas a trabajos prácticos, donde el alumno comprometa, lo aprendido en clase más el trabajo creativo, en todas las áreas, no solo la plástica.
De ésta forma cambia la concepción que se tiene de la instancia evaluativa.
El alumno se presenta seguro de sí mismo, de su tarea, de lo aprendido, por ejemplo, cuando se preparan para la feria de ciencias. No solo exponen con entusiasmo lo que han investigado con la maestra, sino que profundizan porque les despierta interés.
Al demostrar todo lo que saben, elevan su autoestima.

Considero que todas las formas son válidas dependiendo del nivel que se evalúe.
El diálogo es siempre la mejor herramienta para conocer y comprender al otro, pero cuando se usa para evaluar debe ser lo mas ameno y desestructurado posible, para despojarlo de la carga de presión inquisidora que conlleva y que tanto tensiona al que está siendo sometido al cuestionario.
El ejercicio de escritura involucra además del tema específico otros, como gramática, desarrollo del vocabulario, entre otros.
Y en nuestra práctica docente entraríamos en la discusión sobre qué se evalúa y qué no en el arte. Personalmente evaluaría en cada caso particular los procesos, si superaron las dificultades que presentaban al inicio, si fueron capaces de solucionar inconvenientes o encontrar salidas creativas a problemas. Si se animaron explorar formas no convencionales de realizar los trabajos, y demás, finalmente tendría en cuenta la forma en que los alumnos valoran su propio trabajo por que ello da muestra de su autoevaluación.

En nuestro instituto de formación conviven varios tipos de evaluación, los unos en perjuicio de los otros, a mi entender.
Los antiguos métodos, ante el tribunal donde el alumno de forma oral debía repetir como loro todo lo que el docente, no solo dictó y dio en bibliografía, sino que además lo que comentó en clase. Y como si esto fuera poco, además se le exprimía al alumno alguna opinión.
El examen final escrito no presentaba muchas variantes.
Los talleres cerraban el ciclo con trabajos en mediano o gran formato con un ejercicio teórico fundamentando lo práctico. Pero sin demasiada consistencia por no ser una práctica regular el hecho de hacer teoría sobre nuestras propias actuaciones.
Y finalmente la innovación, de la mano de la tecnología, los nuevos métodos de evaluación. Donde se toman en cuenta tal vez las mismas cosas, pero desde la óptica del alumno. Es decir que la bibliografía sigue estando, los comentarios y los diálogos también, pero esta vez se observa que puede hacer el alumno con todo ello. Es como si en el método antiguo se comenzara el tribunal preguntándole al alumno que opina de todo lo que estudió.
Considero que es mucho mas rico el nuevo sistema de evaluación, en un sentido integral, por que el estudiante no solo reúne un bagaje de conocimientos sino que además puede elaborar un juicio crítico y de valor sobre lo que está tratando. Como puede llegar a tener un nivel de discusión igualitario con sus docentes, considerando que se prepara para serlo también.
A lo que me refería al decir en perjuicio de los otros, es por que producen tal desinterés los antiguos, que uno termina postergándolos y dedicándoles menos tiempo (en mi caso personal)